-¿Te he contado alguna vez la historia del dragón que alguna vez quiso devorar la luna?- le preguntó él.
-No, jamás- respondió ella.
-Bueno, hace mucho tiempo existió un dragón que quería ser el dragón más grande y fuerte de todos. En aquella noche, el dragón observó la luna, tan bella y majestuosa que deseó su poder y, disfrazándose de nube, intento devorarla. Cuando la tragó, aún con forma de nube, se percató que la luna seguía brillando desde dentro de él, y se desesperó; mientras la luna comenzó a derretir al dragón desde dentro precipitando una gran tempestad. El dragón llovió por noches y días enteros. De esta forma, en algunos países que recuerdan esta historia, cantan la canción de la tempestad.
-Que bonito.
-¿De verdad lo crees?
-Sí.
Y se besaron cuando el sol ya había sido devorado.
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