mayo 06, 2010

Eclipse

 Las calles se vacían mientras la Roca sin Nombre obscurece el sol. En Sueño la gente le teme a la oscuridad. En la oscuridad los edificios desaparecen, el cielo se nubla y las mentiras se escapan de control. La sutil lluvia que baña la ciudad resalta el asfalto, refleja el cielo ennegrecido por las tormentas descontroladas, la locura elogiada de un sueño desatado. El planea Sueño se sumerge en la desesperanza de sus últimos días. Aún así, un hombre tiene esperanza en medio de la calle, en medio de la larga noche, de frente al frío de la intemperie; ese hombre se atreve a soñar. En Sueño, la nueva versión de un hombre ha nacido.

1 comentario:

  1. No sé por qué me recuerda las Ruinas Circulares de Borges, acaso habrá alguna buena influencia de él en tus letras?
    Me encantó este relato, a veces es cierto, da miedo despertar y dejar de soñar... y cuando nos cansamos, hay una esperanza esperando ser creada, soñada, vivída... hermoso!
    Saludos

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