
Escucha bien aprendiz, que no repetiré la fórmula de este
oscuro ritual. Primero en el caldero va el cereal blanco, energético productor
de maleficios. Luego, la finesa de las narices largas que hurgan debajo de la
tierra, de perfiles perniciosos y narigones. También la finesa del fruto
prohibido, alimento de mendigos y prostitutas. Después debes invocar a la Ira
Roja y la Envidia Amarilla, que sólo se apaciguan con la Iluminación Blanca en
la orilla del Mar. Recuerda también el delicado toque del óleum del fruto del
paraíso, que nos dará el poder. Luego, el canalizador del mundo de los
espíritus, el agua de los ríos del Hades. Agitas con tu varita, y encima del
caldero pones la sacrosanta corona, sobre la cual pondrás la hostia de la
carne, el pecado consumado. Para finalizar, pones la tapa ceremonial, y cierras
el círculo.
Empieza el ritual. Así es como se hace
un arroz con hamburguesa en una arrocera.