marzo 20, 2013

El Dragón que devoró la Luna




 Hace mucho tiempo existió un dragón que quería ser el más grande y fuerte de todos.  Hubo una noche en que el dragón observó la luna, y al verla tan bella y majestuosa, deseó devorarla. Se disfrazándose de nube y sigilosamente se metió entre las estrellas. Cuando, aún siendo nube, la tragó, se percató que la luna seguía brillando dentro de él. La sensación lo hizo rugir en el cielo nocturno; y así la luna comenzó a derretir al dragón desde dentro, precipitando una gran tempestad. El dragón llovió por noches y días enteros, desatando una tormenta como no se recuerda. De esta forma, en algunas culturas que cuentan esta historia, se canta la Canción de la Tempestad.

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