febrero 21, 2011

X debe sufrir


 Jajajaja, me encontraba rodeado de psicólogos, era su último esfuerzo de comprensión. La pieza era oscura, me rodeaban, cada uno en sus sillas, mirándome y hablándome. Estoy tenso, no lo ven, apurado ¡quiero largarme! ¿Por qué me traen a este lugar? Se encienden las luces.


Por que debes curarte, amigo.

¿De qué, si se puede saber?

 De tu enfermedad degenerativa.
 De tu enfermedad degenerada.
 De tu enfermedad que afecta a otros.

 ¡¿Pero de qué están hablando?! ¡Ustedes son los locos aquí! Tratan de meterse en mi mente en esta noche oscura sólo para su auto complacencia y agradar a quienes me trajeron hasta acá.
 ¿Y quienes te trajeron hasta acá?

 ¡Ustedes lo saben perfectamente bien!

 Pero queremos que tú nos lo digas.

 ¡Todos! ¡Todos los que están fuera de este violento día!

 X, estamos aquí varios psicólogos y otros de distintas disciplinas para ayudarte. Pero tienes que cooperar con nosotros.

¿Cooperar? ¡Váyanse a la mierda!

 Pero X, aquí no hay necesidad de agredirnos. Ven, dinos, cuéntanos de tu infancia.

 ¿Qué infancia quieren que les cuente? ¿La que ustedes siempre arruinaron? ¡Y siguen arruinando mi vida!

Tranquilo, recién nos estamos conociendo.

 Claro que lo saben, ¡claro que lo saben! ¡Yo no estoy loco!

 X, ¿por qué crees que te perseguimos? Sólo intentamos ayudarte…

 ¡¡¡¡Mentira!!! ¡¡Nunca, nunca!! ¡Nadie en mi asquerosa vida jamás intento hacerlo! ¡Todos me abandonaron! ¡¡Todos me encerraron en esta vomitiva jaula!! Pero ahora, pero ahora seré yo quién tome la vida por sus astas. Controlaré toda, toda mi vida. Nadie nunca más tendrá que ayudarme. ¡¡Jajajajaja!! ¡Hasta esta sociedad desaparecerá detrás de mi pie astuto y terrible!

Colegas, creo que esto se nos está yendo de las manos. La proyección fálica a la que recurre…
 No, no, por favor. El psicoanálisis no nos servirá de nada acá. Francamente creo que deberíamos adentrarnos más en su vida para comprender porque recurre continuamente a las vivencias de auto…
 No, tampoco; debemos comprenderlo desde su particular punto de vista y dejar que exprese sus…
 ¿Pero cómo? Colegas, insisto que, como una psicosis que desde el mecanismo forclusivo…

 ¡Idiotas! Y en sus discusiones dentro de mi mente de las sombras los tentáculos, los ojos y las garras resquebrajaron sus sillas, mordieron sus carnes y invalidaron sus teorías. ¡Sí, queridos profesionales! ¡Vean como desangro sus teorías! ¡Alaben la muerte de sus podridos paradigmas! En mi mente, nadie se mete ahí dentro. Las cuchillas desgarran sus carnes, penetra sus órganos, fluye la sangre, ¡ríos de ella en mí! ¡¿Entienden?! ¿Tienen miedo? Sus cuerpos desangrados, sus vísceras y sus órganos son mi comida esta noche tenebrosa. Así es, ¡delicioso y dulce canibalismo! Sus mentes distorsionadas no son nada frente a esto ¿lo sienten? Es maldad, ¡es irracionalidad pura! No pueden comprenderlo, es la sociedad dónde estoy atrapado. Cuando mi mente lo absorba todo, ninguno…  no, nadie, los podrá salvar…

*dibujo por Marcos Amador--> blog

febrero 19, 2011

Deseo por lobo

 Soy  Caperucita, y camino por el bosque de enfermedad hacia la cabaña de mi abuelita. Ella también está enferma, como yo, pero de dolencias diferentes. Las hojas, las hojas le susurran a mi hormonal cuerpo, elevan mi sangre, bébela. Las hojas me susurran que coma del fruto de la canasta, embetuna tu rostro de merengue, en tus labios y tu piel. Y en la sombras, el lobo me llama, siento sus ojos libidinosos, la saliva entre sus colmillos y mis músculos me piden pertenecer a él. He llegado hasta la cabaña, pero mis deseos permanecen intactos. Y mi abuelita está postrada consumiendo lo que yo deseo consumir. Enciende la televisión, bebe y come a través de él. Y no me deja ni un poco a mí. Siento dolor de ninguna parte. Lo deseo todo, al lobo lo veo, lo siento en mí. Abuela, que me miras, tus ojos son enormes. ¿Me oyes? Tus orejas son enormes. Tu apetito es ilimitado, ¿puedes dejarme probar algo de aquél licor? ¿Por qué no puedo beber yo? ¡Abuela! Tus dientes son enormes ¡SON PARA COMER MEJOR!
 ¡Es el lobo! Que de ella sale, es una bestia, un monstruo enorme de cientos de dientes. Es pura carne, ella ya no existe ¡Es el deseo por mi abuela, el deseo por lobo! Me devora, me absorbe. Mi sangre brota, se esparce por mi piel, mis órganos. El lobo me devoró y fue delicioso. Y este dolor no es más que una ilusión, y esta ilusión no es más que otro dolor. Es una cálida sensación, el estar dentro del cuerpo de otro ser. Aquél que me devoró, ya no lo veo, ahora soy él y nada más puedo hacer. Pero fuera el cazador ha clavado el cuchillo, lacera el estómago, se entierra en mi deseo, hay sangre, sangra la carne de cada víscera, es el deseo sumergido en el cuerpo de lobo, y salgo a la libertad. No, ya no deseo nada más. Es suficiente. Estoy afuera, estoy fuera. Este dolor no fue más que una ilusión, un cuento inventado por otros.