septiembre 22, 2010

La Dulce Pintura

La dulce sensación de las manos pintadas por accidente que como un niño que juega con temperas, puede cambiar tu día, para que más tarde las demás sensaciones desaparezcan ante aquella figura nueva que se refleja en la pintura. Hasta la música suena nueva, hasta las letras, ¡incluso el aire!, y el óleo se desparrama por la hoja manchándolo, corrompiéndolo de optimismo y nuevas oportunidades. ¿Qué importa si hemos fallado? Somos felices, yo y mis manos manchadas, en pintura sanguinolenta y marina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario